Vamos a empezar con una curiosidad que no todo el mundo conoce; el tomate es una fruta. De forma que es probable que gran parte de tu vida hayas vivido creyendo que se trata de una verdura o una hortaliza, ¿correcto?
Así es, es un infiltrado desde hace quinientos años (¿y cómo hacían gazpacho en la Edad Media?) que nos aporta gran cantidad de nutrientes sin hacernos engordar.
Eso sí, el tomate original, el que trajo Hernán Cortés, era de color amarillo, y los italianos (que ya veían que una salsa boloñesa amarilla no aportaría mucho contraste cromático a la pasta) se encargaron de crear el de color rojo, que es resultado del cruce con diversas variedades de tomate traídas del Nuevo Mundo.
Y sí; como ya hemos mencionado más arriba, el tomate es beneficioso para nuestro organismo gracias a la provitamina A (los famosos beta-carotenos); los licopenos, que son antioxidantes responsables de su color brillante; y la vitamina C, que contribuye a la absorción del hierro no-hemo.
El licopeno, por cierto, merece una mención especial, pues su cantidad depende de la variedad del tomate. El tomate ‘pera’, por ejemplo, tiene diez veces más licopeno que el tomate ‘de ensalada’.
Pero para ser valorado el tomate por su sabor y sus beneficios más allá de su apariencia, tardó un tiempo
Y es que, durante doscientos años, en Europa se cultivaba sola y únicamente para ¡decorar la casa! Como lo lees; el tomate era un adorno. Imagina lo que debería sufrir en lo alto del bodegón, queriendo que le valorasen por lo que es y no por lo que aparenta… Otro caso similar es el de la patata, pero de eso hablaremos otro día.
Independientemente del tiempo que tardase en ser valorado por su valor gastronómico, del tomate, a día de hoy, existen más de diez mil variedades repartidas por todo el planeta; y tú deberías consumir al menos un par de ellas.
Tiene un sabor delicioso, es jugoso, tan solo son 18 kcal por 100 gr y es agua en un 94%… No está nada mal para una fruta que protege a tus células de la oxidación y evita la degeneración de los sistemas nervioso e inmunitario.
Así que… ¿qué vas a comer hoy? Hay innumerables recetas hechas con tomate, ¿cuál vas a elegir?