Estamos en plena temporada de cosecha de la nuez, y por ello no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar sobre ella; un fruto seco con tantos beneficios como surcos tiene su cáscara.
Para darte algo en que pensar, abriremos el artículo con un dato y aviso curioso a la par que escalofriante: JAMÁS DUERMAS LA SIESTA A LA SOMBRA DE UN NOGAL.
Este mensaje, que puede parecer bastante grave, no encierra más que un hecho meramente anecdótico que te puede dar pie para iniciar una conversación: A lo largo de su proceso de maduración, las nueces emanan una pequeña cantidad de cianuro. Como lo lees; no la suficiente cantidad como para matarte mientras duermes, pero sí la justa como para darte un ligero dolor de cabeza.
Tras esto, decir que la nuez tiene más beneficios y aportes aparte de, bueno, desprender veneno durante su crecimiento.
Por cierto, emana cianuro solo durante su crecimiento; después no tiene ningún efecto nocivo para su consumo.
La nuez
Por su composición, la nuez es tremendamente nutritiva y presenta un alto valor calórico. Contiene lípidos, de los cuales el 30% es ácido linoleico; el cinco por ciento de su peso es pura fibra y aporta a tu organismo vitaminas (B1 y B2) y minerales (fósforo, potasio, calcio, hierro y sodio).
Con tan solo un puñado, puedes obtener beneficios en todo el cuerpo:
- Previene enfermedades cardiovasculares gracias a su control de la presión arterial.
- Mejora la memoria y la concentración; acción directa del aporte de polifenoles.
- Por supuesto, aporta energía; de ahí que los deportistas la consuma tanto.
- Disminuye el colesterol gracias a su omega-3.
- Su triptófano te ayuda a conciliar el sueño.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Tiene un efecto saciante; por lo que, si buscas bajar de peso, el agua y la nuez son tus aliadas perfectas.
Además, es un complemento nutritivo que, por su sabor, convive perfectamente con preparaciones saladas y dulces.
Si nunca antes habías contemplado su consumo de forma habitual, ya no tienes mucha excusa para seguir igual.